Al acabar la reconquista se comienza la repoblación de las tierras que habían dejado los árabes.

Para que la gente ocupase nuestro pueblo y los alrededores se daban a la gente ciertos privilegios, y se le concedían tierras. Los mudéjares siguieron viviendo en los campos y aldeas que muchas veces eran saqueadas. Bien es cierto que por aquellos entonces gran cantidad de la población se dedicó a atracar a los mercaderes y campesinos que intentaban iniciar actividades mercantiles.

Parte de los ganados de Cuenca y Aragón bajaban hasta nuestras tierras para ofrecer nuevos pastos a sus rebaños.